El tamaño no importa

A menudo, se asume erróneamente que las estrategias de comunicación son exclusivas de las grandes corporaciones, dado su gran número de clientes y su presencia global. Sin embargo, esta es una noción anticuada y todos sabemos ya que no es así. En realidad, el tamaño de una empresa no determina la importancia de su comunicación, más bien, es una herramienta vital para todas, independientemente de su magnitud. La comunicación debe ser transversal a todo tipo de organizaciones.

Para las pequeñas empresas, la comunicación efectiva es un pilar para el establecimiento de su marca y una herramienta de crecimiento y expansión. En este segmento, la comunicación no solo debe transmitir información, sino también construir relaciones. Estas empresas tienen la oportunidad de crear una conexión más personalizada con sus clientes, algo que puede ser un desafío para las empresas más grandes.

Además, hoy día también es sabido que, en un mundo cada vez más digital, las pequeñas empresas pueden aprovechar las redes sociales y el marketing digital para amplificar su voz, alcanzando audiencias que antes estaban fuera de sus posibilidades.

Por otro lado, para las grandes empresas, la comunicación es crucial para mantener la coherencia en su mensaje a nivel global, la conexión y la relevancia. Esto incluye no solo la promoción de productos o servicios, sino también la gestión de la reputación y la comunicación interna con los empleados.

En este nivel, la comunicación debe ser estratégica y multifacética, abarcando desde relaciones públicas hasta marketing y publicidad. La coherencia y claridad en la comunicación aseguran que la empresa mantenga su imagen de marca y su relevancia en un mercado competitivo.

En resumen, tanto las pequeñas como las grandes empresas necesitan desarrollar estrategias de comunicación efectivas adaptadas a sus necesidades y objetivos específicos y el tamaño de ellas nunca va a determinar la necesidad o no de comunicar.

La comunicación es pues herramienta para crecer y expandirse, así como un elemento esencial para mantener la relevancia y fortalecer las relaciones con el entorno, clientes y empleados. Así pues, independientemente del tamaño, la comunicación no es un lujo, sino una necesidad que debe contemplar todo tipo de empresas.

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